Pesca Sostenible

TODOS SACAMOS DEL MAR PERO…¿QUIÉN SIEMBRA?

¿SÓLO PEZQUEÑINES?

Muchas de las especies costeras cambian de sexo a lo largo de su vida. Por lo tanto, si se pescan los grandes ejemplares se puede estar eliminando todos los individuos de uno de los sexos. El mero, por ejemplo, cambia de macho a hembra cuando tiene cerca de 1 m de largo, sin embargo, su talla mínima de captura es de 45 cm. Es decir, si pescásemos, respetando la ley, todos los meros por encima de la talla mínima no quedaría ningún macho.

HABLEMOS DE SEXO

La biología de las especies marinas es muy distinta a las terrestres. Si comparamos con lo que ocurre en el medio marino, podemos decir que en tierra la capacidad reproductora se mantiene en los individuos maduros, es decir, un hombre o un toro produce un número parecido de espermatozoides cuando es joven que cuando es más maduro. En el mar la cosa cambia drásticamente. Un mero de 30 kg produce 3 veces más huevos que uno de 10 kg.

ANDE O NO ANDE, MEJOR UN GRANDE

Además de lo citado anteriormente, los animales de gran tamaño han demostrado estar más adaptados para sobrevivir, por lo que tienen mejores genes. Si se eliminan los grandes ejemplares, la calidad genética disminuye considerablemente.

Por todo ello, existe la posibilidad de crear estrategias que permitan tener en el mar “supersementales”. En el caso del mero, como con otros muchos animales territoriales, bastaría proteger pequeñas áreas para poder mantener grandes reproductores y aumentar la proliferación de estas especies. La creación de Micro Áreas Ecoturísticas Litorales podría beneficiar a la recuperación de más del 40% de las especies costeras de interés pesquero.